Verás su arte en todas partes de Colombia: mujeres grandes, niños de cara redonda y animales con los ojos muy abiertos. Es la obra de toda la vida de Fernando Botero, el amado artista colombiano famoso en su país de origen y en todo el mundo.
Una visita a Medellín, donde nació Botero, brinda la oportunidad de ver estas obras en un entorno más grande que la vida. La apropiadamente llamada Botero Plaza, inaugurada en 2002, es un parque al aire libre que forma un importante espacio cultural en la ciudad. También está cerca de otros importantes museos, como el Museo de Antioquia con arte de toda Latinoamérica y el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, donde se realizan exposiciones y conciertos.
Los 7500 metros cuadrados (80,729 pies cuadrados) de Botero Plaza albergan 23 esculturas gigantes de bronce (donadas por el mismo Botero) al alcance de la mano para que la gente pueda tocarlas, ¡algunas personas incluso se suben a ellas! Estas esculturas, creadas con el método de la cera perdida, se organizan en cinco tipos principales, centrándose en las partes del cuerpo; relaciones entre hombres y mujeres; animales; y criaturas míticas como la esfinge. Las esculturas suelen tener nombres cortos, directos y dinámicos, como Mujer con fruta, La mano, Hombre a caballo, Maternidad y Soldado romano.
La concurrida plaza también es un gran lugar para probar comidas locales, como obleas, empanadas y mango verde cortado en tiras y servido con sal y vinagre. También es un buen lugar para buscar recuerdos y observar a la gente en serio.