Uno de los teatros más conocidos en el mundo, el Teatro Bolshoi de Moscú, remonta su historia a 1776. Fue cuando la emperatriz Catalina la Grande concedió al príncipe Piotr Urusov el privilegio de mantener representaciones teatrales de todo tipo por un período de 10 años. El edificio Bolshoi abrió sus puertas el día de la coronación del zar Alejandro II en 1856, y contaba con un auditorio de seis niveles decorado en rojo y oro que podía albergar hasta 2.300 personas.
El Bolshoi recientemente fue re-inaugurado en octubre de 2011 después de permanecer cerrado por un proyecto de renovación de seis años. La reconstrucción y remodelación del escenario principal del teatro empleó a más de 3.000 especialistas cada día, así como otros 1.000 más en los talleres de restauración fuera del teatro. El proyecto no sólo restauró la aparición histórica del teatro, por dentro y por fuera, sino que también restauró su acústica legendaria, con la incorporación de maquinaria.
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