Un baño en la famosa Laguna Azul es imprescindible para los visitantes de Reykjavik, y su proximidad al aeropuerto internacional de Keflavik lo convierte en un lugar perfecto para relajarse y descansar antes o después del vuelo. Se requiere reservar con anticipación, y hay una serie de opciones y extras para elegir, que incluyen toallas, albornoces, tratamientos de spa y máscaras faciales especiales. Las instalaciones del hotel incluyen un hotel, restaurante, cafetería, bar y tienda de spa. Los recorridos hacen que experimentar el complejo de la laguna sea muy fácil, ya que la mayoría incluye la recogida en el hotel y el transporte de ida y vuelta desde Reikiavik, y algunos combinan una visita a la Laguna Azul con otras actividades como un recorrido turístico por la ciudad, un recorrido por el Círculo Dorado o un crucero de avistamiento de ballenas. .