Akaroa, cuyo significado es 'bahía larga', es una ciudad portuaria con sabor francés, que se conserva gracias a los descendientes de los colonos franceses originales de la ciudad que aún viven allí. Las calles tienen nombres franceses, y restaurantes y cafeterías de inspiración francesa se alinean en el puerto.
Sin embargo la gran atracción aquí no es su ambiente francés. La mayoría de la gente viene a Akaroa a nadar con los delfines, ver focas, hacer snorkeling o para hacer un crucero y avistar pingüinos por la bahía.
En caso de que todavía no lo hayas deducido, todo está relacionado con el agua y el contacto con la naturaleza y la fauna del lugar.
Reserva un crucero por el puerto, nada con delfines u organiza un tour ecológico a través del centro de información para visitantes. Tras pasar un emocionante día en Akaroa, aprovecha la oportunidad para relajarte degustando un vino y algo de comida francesa en un restaurante local.