
Cómo afrontar Reykjavik como primer cronometrador
Aquí encontrará todo lo que necesita saber para aprovechar al máximo su primer viaje a la capital islandesa.
La península de Reykjanes, que se adentra en el océano al sur de Reykjavik, es conocida por sus paisajes volcánicos y geotermales de otro mundo. Un geoparque mundial de la UNESCO, la península alberga cráteres, cuevas, fisuras dramáticas, acantilados marinos llenos de aves, campos de lava y playas de arena negra, así como el popular spa geotermal Blue Lagoon.
Casi todos los visitantes que llegan a Islandia por vía aérea aterrizan en el aeropuerto internacional de Keflavík, que se encuentra en la península de Reykjanes. La mayoría de los recién llegados se dirigen directamente a los hoteles de Reykjavik, aunque muchos regresan a la península para visitar el famoso spa Blue Lagoon. Aquellos que quieran explorar la península más a fondo pueden hacerlo durante los recorridos organizados desde Reykjavik, que hacen paradas en sitios como las áreas geotérmicas de Krýsuvík y Gunnuhver, los acantilados de Krísuvíkurbjarg, el histórico faro de Reykjanes, el Puente entre Continentes, el Museo del Rock de Islandia. 'n' Roll, o los pueblos pesqueros de Grindavík, Sandgerði y Garður.
Durante los meses de verano, los recorridos en quad ATV permiten a los huéspedes explorar la península a la luz inquietante del sol de medianoche. Los vuelos en helicóptero desde Reykjavik muestran los extraños paisajes, desde lagos de cráteres hasta charcos de barro burbujeante, desde lo alto.
La península de Reykjanes es una visita obligada para los amantes de los paisajes, los entusiastas de la fotografía y los amantes del aire libre.
Use zapatos cómodos para caminar y ropa abrigada.
Algunos sitios de la península, incluida la Laguna Azul, son accesibles para sillas de ruedas.
Desde Reykjavik, los visitantes pueden conducir por la ciudad de Hafnarfjörður y tomar la Ruta 41, que conduce a lo largo de la costa norte de la península. Conducir desde el centro de Reykjavik debería tardar unos 40 minutos. Los viajeros sin acceso a un automóvil pueden realizar un recorrido organizado.
La mejor época para visitarla es desde mayo hasta principios de septiembre, cuando las temperaturas más suaves y los días más largos permiten una mayor exploración al aire libre. El verano también es el mejor momento para ver frailecillos y otras aves marinas, así como para avistar ballenas, mientras que los meses de invierno son mejores para ver la aurora boreal.
La península se encuentra en la cima de la cordillera del Atlántico medio, que separa las placas tectónicas euroasiática y norteamericana. En Sandvik, en la península de Reykjanes, un pequeño puente peatonal conocido como Puente entre continentes conecta las dos masas de tierra, atravesando una fisura creada por las placas tectónicas a la deriva.