La Fuente Trevi es una de los sitios más famosos y queridos de Roma. Un gran frenesí Baroco (25 x 20 metros) en el que agua verte a los pies de Neptuno, Tritón, y caballos marinos en una gran piscina, siempre cercada por turistas tirando monedas. La superstición dice que si se tira una moneda al fuente, un día se volverá a Roma. La gente quiere tanto a esta ciudad, ¡que llegan a tirarle hasta $3.500 dólares por día! El dinero es recogido por la noche y la ciudad lo reparte a caridad.
La fuente de Trevi empezó por ser una simple fuente, el final del aqueducto Aqua Virgo el año 19 a.C., para llevar agua a los baños romanos. El nombre viene de su ubicación en el cruce de tres vías (“tre vie”). Cerca del año 1735, el Papa Clemente XII le encargó a Niccolo Salvi de diseñar la fuente que hasta hoy nos encanta.