Después de un día ajetreado en Capadocia, puedes relajarte visitando el hammam y SPA tradicional turco. En los baños turcos otomanos, al igual que en los baños romanos, no solo te bañas sino que también te diviertes. Los orígenes del baño turco, como un eslabón en una cadena de desarrollo ininterrumpido, se remontan a los baños bizantinos y romanos, e incluso más atrás, a las civilizaciones de la Edad de Bronce de Anatolia. La gente comenzó a visitar los baños en la antigüedad, pero durante el Imperio Otomano, esta actividad se convirtió en una especie de ritual en el que el cuerpo y el alma eran purificados. Las instalaciones están construidas en el estilo oriental tradicional: son espaciosas y luminosas, con un techo abovedado. La decoración interior es solo de mármol. La temperatura del aire debe ser como máximo de 55°C y la humedad del 100%. Si no has comprado un servicio privado, hombres y mujeres estarán en complejos separados. Está prohibido estar desnudo para todos, por lo que siempre se proporcionan toallas o sábanas en la entrada. También puedes traer tu bikini o pantalones cortos contigo.
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