Extraordinario. Estuvimos en enero, mucho frio si, con mi mujer y la niña, nos encanto por todo, el trato fue increíble nos atendio un camarero amable, rápido y con humor, la comida muy buena, todo muy rico. El espectáculo lo puso una maravillosa mujer tocando la flauta y un grupo cantando. Fenomenal y que decir de las vistas de la ciudad iluminada. Para repetir y recomendar.
Saludos