Este emblemático castillo ubicado en el corazón de Ferrara se remonta al 1300 y se erige como un homenaje a una era antigua que aún atrae a viajeros y amantes de la historia a sus imponentes puertas. Los visitantes que quieran explorar este pintoresco destino encontrarán prisiones restauradas, cuarteles y almacenes de armas, además de jardines, un salón del consejo y decenas de otras habitaciones restauradas y renovadas que muestran cómo era la vida aquí hace miles de años.
Los viajeros dicen que el idílico puente levadizo, la Sala de los Gigantes y la mazmorra de la vieja escuela son algunos de los lugares de este enorme castillo que no debe perderse. Y aunque el interior del castillo todavía está cubierto de frescos, los visitantes dicen que algunos necesitan urgentemente una restauración para devolverlos a su belleza original.