Esta gran piscina de agua dulce otorga un lugar para descansar y refrescarse del sol, el viento, la arena y la aventura de las playas de Natal. Aunque tiene casi cinco metros de profundidad en su centro, es poco profundo en los bordes, lo que lo convierte en un lugar popular entre todo tipo de nadadores. Sus aguas increíblemente transparentes hacen de este un lugar pintoresco para practicar kayak, remo y pescar.
Rodeado por las imponentes dunas de arena de la zona, solo se puede acceder por un pequeño sendero o en un buggy por las arenas. Una vez que llegue, hay varias áreas para relajarse, incluidos restaurantes y bares que sirven platos locales y mariscos frescos. Si la aventura es más su estilo, la aerobunda local (tirolesa sobre las dunas con un chapuzón en la laguna) o skibunda (deslizarse por la arena sobre una tabla de madera) son algunas de las actividades disponibles que harán latir su corazón. Bucear entre los peces pequeños de la laguna es otra opción.