Ubicada en las afueras de Panajachel, la Reserva Natural de Atitlán (Reserva Natural Atitlán) ocupa una antigua plantación de café que poco a poco ha sido recuperada por la Madre Naturaleza. Los senderos naturales llevan a los visitantes al dosel y pasan por una cascada y una plataforma de observación, donde es posible observar aves tropicales, monos araña jugando en los árboles o pisotes olfateando para comer algo. La reserva también opera un jardín de mariposas, un aviario, un jardín de hierbas y una pequeña playa privada.
Quizás la actividad más popular dentro de la reserva son los recorridos en tirolina, donde los visitantes vuelan a través de los árboles a lo largo de ocho cables diferentes. Hay dos opciones de tirolesa, dependiendo de lo valiente que se sienta.
Para aquellos que quieran quedarse más allá de una excursión de un día, la reserva ofrece campings y seis habitaciones con balcones privados.