A solo dos horas y media en coche de Bangkok, Pattaya es uno de los balnearios más accesibles de Tailandia y, con sus largas playas de arena, paseos bordeados de palmeras y exuberantes jardines tropicales, merece su popularidad. Si bien el auge turístico de Pattaya podría haberle otorgado una reputación como una escapada hedonista, detrás de la franja de bares go-go, salones de masajes y bares de cócteles, hay lujosos complejos turísticos y playas vírgenes para tentar incluso al viajero más exigente. Las playas y la animada vida nocturna pueden ser el atractivo principal, pero vale la pena tomarse el tiempo para explorar las otras atracciones de Pattaya. El templo Wat Khao Phra Bat en la cima de la colina, con su gigantesco Buda dorado, ofrece vistas espectaculares sobre la bahía de Pattaya; el Jardín Tropical Nong Nooch está repleto de vibrantes orquídeas y plantas exóticas; y el mercado flotante de Pattaya es uno de los más animados del país. Para los más aventureros, el Flight of the Gibbon en Khao Kheow Open Zoo debería estar en la parte superior de su lista, mientras que la cercana playa de Jomtien es un punto de acceso para deportes acuáticos como windsurf, parasailing y buceo. Frente a la costa, hay varias posibilidades para excursiones de un día a la isla, con Koh Si Chang, Koh Samet y la isla de Koh Larn a solo un corto viaje en bote.