Un hermoso malecón, playas pintorescas y una impresionante escena gastronómica local son solo parte de lo que hace que una visita a Pinones sea el escape perfecto para los gringos en busca de una experiencia verdaderamente puertorriqueña. Los viajeros pueden alquilar bicicletas y navegar a lo largo de la pintoresca costa, o salir de la carretera en un paseo a través de los diversos ecosistemas que bordean los caminos que conducen a costas poco profundas. Ya se trate de palmeras altísimas o matorrales marinos bajos, la variedad de vida vegetal accesible es asombrosa.
A los viajeros también les encanta la amplia variedad de platos tradicionales de la isla, como alcapuria, papa rellenas y pinchos, todos servidos junto con cócteles fuertes y fríos. Varios quioscos en la playa ofrecen estos platos locales, recién hechos a pedido, lo que convierte a Pinones en uno de los mejores destinos gastronómicos de Puerto Rico.